Al tener una infección respiratoria como una sinusitis o laringitis, la infección puede afectar la garganta y cuerdas vocales produciendo cambios en la voz (disfonía), debido a la inflamación de las cuerdas vocales. Cuando esto sucede los músculos del cuello se tensan y se involucran en la producción de la voz para compensar la inflamación de las cuerdas vocales y hablar con las "cuerdas falsas." En muchos casos, al resolverse la infección este patrón persiste lo cual genera un "vicio negativo" al hablar, ya que los músculos del cuello continúan participando y se tensionan al momento de hablar, a pesar de que ya no son requeridos.